
Trastornos Digestivos
El Reflujo Gastroesofágico
Todo lo que necesitas saber sobre el reflujo gastroesofágico.
El reflujo gastroesofágico (RGE) es una condición común que la mayoría de los adultos experimentan en algún momento de sus vidas. Este trastorno ocurre cuando el contenido gástrico regresa al esófago, el tubo muscular por el cual tragamos, provocando una serie de síntomas que pueden variar en intensidad y frecuencia. A continuación, exploramos en detalle esta enfermedad, sus manifestaciones, y los enfoques para su diagnóstico y tratamiento.
¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
El reflujo gastroesofágico es un fenómeno en el que el contenido del estómago retorna al esófago, lo que puede generar síntomas típicos y atípicos. En casos aislados, este fenómeno puede considerarse fisiológico, especialmente después de comer. Sin embargo, se convierte en un problema cuando ocurre con frecuencia, afectando la calidad de vida y la salud del paciente.

Síntomas típicos del reflujo gastroesofágico.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
Sensación de ardor: Un dolor quemante que recorre el esófago y puede sentirse detrás del pecho.
Dificultad para tragar: La sensación de que los alimentos se “atoran” en alguna parte del trayecto hacia el estómago.
Acidez estomacal: Una sensación desagradable de quemazón que a menudo empeora al agacharse o acostarse después de comer.
Regurgitación: El retorno del contenido gástrico al esófago, a menudo acompañado de un sabor amargo.
Síntomas atípicos: Una manifestación silenciosa.
Los síntomas atípicos no se relacionan directamente con el esófago, lo que dificulta su identificación. Estos incluyen:
Ronquera o cambios en la voz: Frecuentemente asociados a irritación de las cuerdas vocales.
Problemas dentales: Detección de desgaste en el esmalte dental por parte del dentista.
Crisis asmáticas: Pacientes con asma o aquellos con sibilancias pulmonares recurrentes.
Dolor torácico no cardíaco: Una molestia que puede confundirse con un infarto pero que no está relacionada con el corazón.
Fibrosis pulmonar idiopática: Una condición sin causa aparente que puede estar vinculada al RGE.
Diagnóstico y tratamiento del reflujo gastroesofágico.
El diagnóstico del RGE requiere un enfoque escalonado, comenzando con la identificación de síntomas y, si es necesario, avanzando a estudios más detallados. A continuación, los pasos clave:
Tratamiento inicial: Si los síntomas son típicos, se recomienda iniciar con antiácidos durante 6 a 8 semanas, acompañado de cambios en el estilo de vida.
Modificaciones en el estilo de vida:
Perder peso, especialmente en pacientes con sobrepeso u obesidad.
Elevar la cabecera de la cama para evitar el reflujo nocturno.
Evitar alimentos que desencadenen los síntomas, como chocolate, café, alcohol, cebolla, y comidas grasosas.
Estudios avanzados: En casos donde los síntomas persisten o son atípicos, puede ser necesario realizar una endoscopía. Sin embargo, es importante destacar que hasta un 80% de las endoscopías no muestran hallazgos evidentes de RGE, lo que no descarta la enfermedad. Lo ideal es la pHmetría de 24 h o pH impedancia.
Seguimiento y manejo multidisciplinario: En casos complicados, como el esófago de Barrett, se requiere una atención más especializada.